Dulce amanecer

Mi mundo se estaba desmoronando por momentos... lo único que deseaba ahora era desaparecer... que nadie nunca me encontrara... no sería capaz de vivir sabiendo que lo único que sabía hacer bien era dañar a la gente... primero Nanashi... luego Dante...
Un largo suspiro se escapó de mis labios, introduciendo la mano en el fresco agua mientras mis lágrimas se derramaban mezclándose con ella... lo mejor era que nunca hubiera aparecido por ese reino...
Alcé la vista, esperando poder contemplar por primera y última vez el sol... poder sentir el calor en mi piel... quería que doliese, quería redimir todo lo que había hecho pero no... nunca sería un dolor suficiente.
Me quité la camiseta y empecé a entrar lentamente en el agua... quería desaparecer completamente... mis cenizas se perderían entre aquellas cristalinas aguas...
Sequé mis lágrimas con la mano... afrontaría ese momento sin llorar... llorar era algo que no me estaba permitido... Tal vez... si supiera lo que es ser capaz de querer a alguien... habría sido distinto...

Suspiré pesadamente, mis pasos me habían conducido a las orillas del río cerca del molino, lugar donde pensaba refugiarme en ese preciso instante, se me había mandado investigar un suceso por la zona y el tiempo se me fue de las manos, chisté los dientes, mirando curioso una figura entrar al agua... una figura familiar... miré al cielo, chistando los dientes y quitándome la gabardina mientras corría hacia él... el tiempo iba a estar muy... muy justo, le cubrí por completo, saltando sin miramientos al agua con el pecho al descubierto, abrazándole contra mi y llevándole a rastras al molino, tirando el cierre de un golpe seco y empujándole dentro, gruñendo levemente al sentir el sol acariciar mi espalda... cerrando la puerta de un portazo y cubriendo las grietas con rapidez mientras sentía mi piel arder y cerrar la herida en mi espalda... una enorme marca la cruzaba ahora, invadiendo casi toda la superficie y amenazando con dejar una futura cicatriz cuando se secara tras las probables ampollas de quemadura que me saldrían, gruñí suave mirando al chico con mi gabardina por encima ahora - ¿qué cóño haces? - gruñí sin mas... ¿era idiota o que? se iba a quemar...

No sabía que decir... todo lo que había sucedio me había dejado perplejo y apenas hacía unos segundos acababa de comprenderlo... era Dante... estaba allí conmigo y me había alejado de toda zona de peligro...
Las lágrimas acudieron de nuevo a mi rostro... apartando la mirada como si así él no se fijara en ellas.
-Sólo hago lo correcto... - suspiré pesadamente mientras me levantaba, secándome las lágrimas y retirando su gabardina de mi cuerpo, tendiéndosela -Todo sería mejor si yo desapareciese... le he hecho daño a mucha gente... tú entre ellos... - me dirigí a la puerta dispuesto a salir de nuevo fijándome en la quemadura de su espalda... -Siento las molestias... Dante...

Bufé ante sus palabras, sujetándole de la cintura y apoyándole en mi pecho, el agarre no era fuerte pero sí firme, mostrando que no pretendía dejarle salir de aquel mohoso y viejo espacio, le apreté con suavidad contra mi pecho, tratando de alguna forma de consolarle contra mi cuerpo - a mi no me has hecho daño...

Me agarré con fuerza a su cuerpo, llorando contra su pecho... era como si no quisiera que me soltara... pero aún así yo sabía que tenía que acabar con todo cuanto antes...
-¡Sí lo hice! - grité, sin importarme ya que él viera que estaba destrozado... -¡Tu rostro y palabras la otra noche me lo mostraron! - le solté... recordando cómo se había marchado... cuando él solo quería una cosa... oír su nombre... - No me detenga... Dante... por favor... - dejé caer mis brazos... no debía aferrarme a él... estaba mal.

suspiré con pesadez, me resultaba más sencillo tratar con su parte gilipollas... este era demasiado... tierno, suspiré y le abracé sin decir nada durante un rato, evitando que se soltara y manteniéndole contra mi pecho - yo no lo veo así... - dije simplemente, acariciando su cabello, tratando de calmarlo sin saber muy bien qué decir en una situación así - fue un error - sonaba brusco pero no sabía ser de otra forma - no soy el tipo de persona que simplemente folla porque si... por eso me fui... no porque tu me hicieras daño... me di cuenta de que no estaba haciendo lo que debía, que me había fallado el autocontrol

Sus palabras no hacían más que recordar la manera en que metí la pata... lo fastidié todo y por eso le había hecho daño...
-Fui yo el que te hizo darte cuenta de eso... - le miré a los ojos sin ser capaz de dejar de llorar - Yo conseguí que te excitaras... conseguí que perdieras el control... quería que te fijaras en mi... pero no fui capaz de demostrate que sentía algo... por pequeño que fuera... no pude...
Agaché la mirada... ya lo había dicho... ahora sólo quería marcharme... desaparecer... no iba a permitir que le hiciese daño a nadie más...
-Lo siento... nunca quise herirte... pero ahora es tarde para lamentarme... lo único que pretendo es... morir

Gruñí suave, no podía negar estar sorprendido de sus palabras, le empujé contra la pared, quizá demasiado brusco, y le sujeté ahí, quieto, suspiré suave y le sonreí - no vas a morir... no pienso permitirlo - hablé serio y tajante, tratando de no escuchar sus palabras, que revoloteaban una y otra vez en mi mente, haciendome creer que podía haber algo mas... que no era solo por mi parte... que aquello, de una bizarra forma había sido... especial - te guste... - bufé suave, dando un vistazo alrededor y encontrando la llave del molino - o no... - sonreí malicioso, cerrando la puerta con ella y guardando la llave en el pantalón; lejos de su alcance

Observé perplejo lo que hizo con la llave... y sin saber por qué algo en mi interior se removió... era extraño... sus palabras me habían hecho sentir... ¿especial?... ¿importante?... protegido...
Suspiré... deseaba que las lágrimas dejaran de caer... pero no podía detenerlas... eso no quitaba que fuera un monstruo...
-¿Por qué haces todo esto por mi...? -agaché la mirada... - ...despues de como te trate...

Suspiré, mirándole casi extrañado, aunque bueno... era una pregunta completamente lógica... paré un par de segundos a pensarlo... y realmente sólo tenía una posible respuesta en mi cabeza - ¿se necesita una razón para ayudar a alguien? - tras decirlo levanté su barbilla buscando sus ojos y sonriéndole - imagina entonces si ese alguien te resulta extrañamente importante...

Abrí los ojos sorprendido... dudand en si lo que acababa de escuchar era o no producto de su imaginación... acababa de decir que yo soy una persona... importante para él...
Momentáneamente toda idea de salir de allí nuevamente y cumplir mi cometido se desvaneció de mi cabeza pues en ella sólo podía escuchar esas últimas palabras...
-¿Importante...?- pregunté aún sin poder creérmelo... rogando por que no fuese símplemente un truco para que no lo hiciese... le miré suplicante... esperando una reacción.

- Extrañamente importante - me apresuré a matizar... ni yo mismo sabía por qué se lo había dicho tan tranquilamente - ni yo mismo lo entiendo... solo se que no podía verte morir - suspiré hondo, mirando para otro lado levemente sonrojado, ventaja de la raza que fuera tan imperceptible, agradeciendo aquello en silencio
VOlví a alzar la vista, y le miré fijamente, sus ojos... azules, increíblemente hermosos... pero por alguna extraña razón... aquellos ojos negros que vi la otra vez... me parecían igual o incluso mas llamativos que los que tenía adelante, sonreí de medio lado... siempre había sido medio masoquista

Suspiré... en el fondo me alegraba de que hubiese alguien a quién le importaba que yo muriese...
-Gracias... - susurré dejandome llevar nuevamente por las lágrimas... ¿Realmente me merezco todo esto de su parte?...
Me abracé a su cuerpo descubierto... llorando... desaparecer había perdido sentido pues había alguien que no quería que pasase... pero... si volviese a hacele daño... no creía que alguien fuese capaz de detenerlo nuevamente...