Tiempo de Entrenar

La noche acababa de iniciar, y sonreía teniendo la espada en mano, esperando a mi general. Era tiempo de entrenar, y de volver a ponerse en forma así como evaluar al líder de mis tropas. Di un par de mandobles, y sonreí, mientras daba uno que otro leve y ágil paso de aquí hacia allí, esperándole.

Era una noche despejada y tibia, no hacia frió y el viendo a penas soplaba. Los fuegos en cada punta de la zona de entrenamiento, así como la luna misma que esta noche nos mostraba toda su cara, estaban a punto para un combate.

Me habían mandado llamar, dándome el aviso de que mi señor me requería, y por supuesto no me había demorado lo más mínimo, esbozando una sonrisa al ver su espada en la mano y suponer sus intenciones; con una gran sonrisa mostré todos y cada uno de mis blancos dientes, repasando los largos colmillos con la lenga y acariciando la funda de mi arma, Rebellion, con suavidad, jugando con el diseño de la empuñadura mientras comenzaba ya a caminar mas lento
Para mi el "juego" ya había comenzado, y yo ya había empezado a acechar a mi rival en ese momento - espero no haberle hecho esperar demasiado... su alteza - mi voz sonaba como un suave ronroneo mientras miraba a los ojos del hombre frente a mi...
Hechaba de menos una buena pelea...

Una suave sonrisa apareció en mi rostro... comencé a moverme al lado contrario de el, formando leves círculos entre ambos. Bien sabia yo que Dante era un magnifico espadachín, pero, hacia mucho tiempo que no entrenábamos, por lo que, cualquiera podía ganar.

- No mas que de costumbre... Listo? - Sonreí burlándome levemente, como un juego. y levante la espada hacia el.

No me eran desconocidos sus pensamientos, pero los aparte, seria una pelea justa.

Simplemente asentí, siempre estaba listo para una pelea, sonreí y me puse ya completamente en guardia, observando sus ojos sin perder detalle de sus movimientos, deduciendo sin mirar sus pies como los estaba moviendo y atento a cualquier cosa que hiciera, dejandolo que atacara primero e indicándoselo con una ligera reverencia de cortesía, "las damas primero" pensé con una sonrisa socarrona en los labios, esperando su ataque

Reí suavemente en mi mente, pues eso si me había llegado... me moví unos pasos hacia el, caminando con tranquilidad y la pesada baja a mi lado. Jugaría si el quería que lo hiciera, pero luego no quería quejas...

Levante la espada a apenas unos metros de el, y me moví con celeridad a su alrededor, quedando detrás de el en un instante. No embestir ni atine a atacar, sino que me detuve esperando un momento y con la espada ene alto.

Sonreí, nunca había negado su velocidad, y era consciente de que me costaba seguirle con la vista si así lo intentaba... pero para algo tenía mi instinto de luchador, sonreí sin moverme, dejándole estar a mi espalda y simplemente girando sobre mí mismo espada por delante, sabía que no tendría problemas en esquivar el golpe... al igual que yo sabía hasta donde llegaba él... él sabía hasta donde llegaba yo

Detuve su golpe con gracia, y le atine un estoque con le mismo movimiento, peros in llegar a tocarle, retrocedí unos pasos. Se había vuelto fuerte, y mas rápido desde nuestro ultimo encuentro...

- Haz mejorado... te tengo un trabajo apropósito... - reí suavemente y dí un paso para acomodarme y esperar.